CRÓNICA DE IVÁN CEREIJO:
Como no podía ser de otra manera, una pequeña pero muy voluntariosa representación del CC. RIAZOR, se ha propuesto superar la III ruta Cova da Serpe, en Guitiriz.
La grupeta estaba encabezada por Domingo y lo seguían dos de las últimas incorporaciones al Club; Bouso e Iván.
La jornada se presentaba fría, pero pronto los primeros rayos de sol hacían que todos entrásemos en calor.
Domingo, como buen veterano, curtido en mil batallas, daba las primeras indicaciones; la colocación en la salida era vital para evitar las aglomeraciones iniciales.
A las 9 en punto se daba la salida. Buena velocidad en la salida cogiendo posiciones; en ese momento nada hacía presagiar los numerosos obstáculos que nos encontraríamos a lo largo de la jornada.
Unos minutos más tarde, todavía sobre el asfalto, primer problemilla. La organización no colocó las señalizaciones muy visibles y el pelotón de cabeza, entre los que nos encontrábamos, se pasó de largo el desvío. Y esto no había acabado todavía. Ahora tocaba apretar los dientes y recuperar posiciones.
Poco después nuestro líder de grupo, Domingo, sufría una aparatosa caída provocada por un empujón de otro participante. La caída se saldó con la manera de freno trasero rota, cambio trasero tocado y el cierre de la zapatilla fuera del sitio. En poco tiempo nos pusimos en marcha de nuevo pero sin freno trasero. Cuando cualquier otro hubiese cogido camino de vuelta a casa, Domingo, aprieta los pedales de nuevo y volvemos a recuperar posiciones.
Poco a poco empezamos a disfrutar de la ruta. Pasamos por algún riachuelo, zonas muy pedregosas y senderos dignos de que volvamos a hacer otra excursión. La verdad es que quedamos gratamente sorprendidos por la ruta.
Esos si, las subidas y bajadas eran dignas de una prueba de enduro; losas de piedra, raíces, tierra suelta… en fin; una auténtica ruta de BTT. Nada de pistas forestales anchísimas o kms y kms de asfalto.
Un poco después del km 20, segundo incidente; pinchazo lento de Iván que el líquido era incapaz de taponar. Pie a tierra un par de veces para meter algo de presión y llegamos al primer avituallamiento. El problema fue que, con tantos problemas no llegamos al corte y nos desvían a la ruta de 50kms. Pero bueno, seguimos adelante disfrutando de las fuertes subidas y de las bajadas imposibles. Sobre todo para Domingo. Todavía me sigo preguntando cómo ha podido bajar por alguna de esas trialeras!!!
Tomar tantos riesgos acaba pasando factura y en una corta pero complicada bajada con gravilla suelta Domingo tiene otra desafortunada caída. Esta vez el parte médico era algo más extenso: abrasiones leves en muslo, mano, hombro y codo. Y un corte en los nudillos.
A pesar del percance Domingo puede continuar y nos disponemos todos a acabar la ruta.
Cambiamos las pistas de piedra y grava para pasar a un bonito, estrecho y retorcido sendero que discurre en paralelo al río Parga y que nos llevará hasta la meta.
Tras una ducha calentita y una refrescante cerveza»Cova da Serpe» nos dirigimos al banquete que nos tenía preparada la organización.
Allí, entre pinchos de empanada, cervecita y una buena ración de pasta charlamos sobre los temas de siempre: que si la 29″ va mejor que la 26″, que si aluminio o carbono, etc…
Y nada más que añadir; tocaba vuelta a casa y a reponer fuerzas para la próxima.
Nos vemos en los senderos!!!