El pasado sábado un grupo de riazores de la sección de BTT se enfrentó al primer reto «gordo» del año, la 101KM PEREGRINOS, prueba de gran fondo que se desarrolla en tierras bercianas, y a la que acuden beteteros de toda España e incluso internacionales. Una grupet formada por debutantes y veteranos, 7 riazores en total y 7 acabaron la prueba.
Por su parte, nuestra compañera Sonia Gómez Naya se enfrentó a los 48 km de la UltraTrail, casi nada también, y finalizó incluso sin despintarse las uñas de los pies.
Os dejamos a continuación las crónicas de esta prueba:
Roberto (grupo BTT):
«Madrugón, 06:00 a.m. Ni los pájaros se atreven a abrir los ojos. Y ahí estamos un puñado de Riazores, temblorosos, ante el primer gran desafío del año y primera participación en la 101 Km Peregrinos. Kike, Daniel, Alex, Ángel y Roberto nos presentábamos como debutantes y nos acompañaban los veteranos Alfonso y Romardeiro (también notábamos el apoyo y los ánimos de todos los compañeros que nos han ido ilustrando en los últimos meses, sin ellos y sus consejos hubiese sido muy difícil acabar de la forma en que lo hicimos).
Nos presentamos en el Pabellón el Toralino para desayunar y poner el chip en modo pedaleo hasta morir. Nos decantamos por el cajón nº 3 para tomar la salida. Que nervios. Fotos, chistes, últimos consejos, miradas perdidas, recuerdos, emoción. Suben las pulsaciones, la hora se acerca y «pummmmm», un estruendo de mosquetones nos da paso. La gente sale disparada y nosotros detrás. Con las primeras pedaladas cuerpo y mente se centran en su cometido y nos dejamos llevar por la algarabía que nos rodea. Salida muy emocionante, aplausos y ánimos durante un buen rato hasta que dejamos Ponferrada atrás. Ya no volveré hasta dentro de unas horas.
Las primeras pistas nos muestran la tónica de la jornada: polvo, polvo y más polvo. Hace mucho que no llueve y está todo muy seco. Primer tapón en la zona de las viñas (estábamos avisados). Hasta el km 30 fuimos en grandes grupos. Conforme el desnivel positivo aumentaba, la dispersión de los participantes también lo hacía en igual proporción. Vistas de postal, Las Médulas, los pequeños pueblos con sus gentes animándonos, iban sumando los kilómetros. Primera parada seria en Puentes de Domingo Florez, buen avituallamiento, un poco de cariño a la bici y a seguir. Teníamos por delante subir el Ferradillo. Interminable. Más de 1000 metros positivos en 20 km y de una atacada. Con calma pero sin pausa, fueron cayendo todos ellos. Coronar fue muy sacrificado y aún quedaban 30 km más para llegar a la meta.
Bajada larga y muy rápida que obligaba a mantener la concentración y a no relajarse. Las piernas comienzan a sentirse muy pesadas, falta alegría en el pedaleo pero de cabeza uno va bien y eso ayuda mucho. Kilómetro 90, casi está hecho. Los últimos diez kilómetros se me antojan eternos. Los repechos auténticos premios de la montaña. Pero las gentes de la zona siguen aplaudiendo y dando ánimos. Y eso ayuda una barbaridad. Una cosa es cierta, en esta prueba nunca estás solo. Todos acabamos siendo compañeros.
Ahí está, Ponferrada. El paseo del río pasa rápido y aparece la meta. Júbilo total y absoluto. Bienvenida de campeones. Aquí acabar es una victoria y lo hemos conseguido. Felicidades a todos por haber logrado ser FINALISTAS. Grandes todos. Sin duda, volveremos a pedalear por estas tierras. Gracias»
Sonia (ultratrail):
«8:15 de la mañana las bicis empiezan a entrar en la pista de atletismo de Ponferrada.
Dos hombres muy simpáticos Ponferradinos disfrazados de templarios comienzan a avisar de que entrenemos. Cada participante en su cajón.
Los riazores nos vimos ayer noche. Súper contentos, mis compañeros alucinados de que me despegara de la 🚴🏻. Pero este era un nuevo reto. No los podía acompañar en dos ruedas por un error de la organización. Ellos se disponen en el Cajón 3 yo como corredora de la ultramarathon me sitúo en El Cajón 10.
8:30 pistoletazo de salida. Cada 5 min salen cajones.
9:00 de la mañana pistolera de salida ultra. Comienzo a correr.
Consejos que me han ido dando durante semanas los empiezo a depurar mientras salgo corriendo de Ponferrada al unísono de los ánimos de la gente.
5km y ya he salido de Ponferrada. Comienza la gravilla y los pueblos. La gente anima. Como somos mujeres aún animan más. Somos muy en parrilla.
Km 8 primer avituallamiento. Un poquito de agua. Llegamos km 15 nos separamos maratonianos de bicicletas.
Km 20 empezamos a subir. Con lo que el pistón empieza a bajar. Comienza el frío el desnivel se empieza a notar. Una cuesta durísima durante 7km cuesta arriba. Llegada a la cima avituallamiento y alegría. Ahora queda bajar.
Comienza el descenso con ello otro trote. Pista llena de barro y ramas al lado Del Río. Apenas se puede correr erguida. Empiezo a sufrir claustrofobia. Pero digo algún día se tendrá que ver La Luz.
Fin de la bajada me espera un gran avituallamiento de fruta y una señora muy amable con vasos de agua.
Pensando que los ascensos terminaron nada más lejos de mi imaginación. Queda otro. Subida bordeando el castillo de los templarios. Nosotros corremos a lo lejos vemos a las bicicletas que ya regresan y nos volvemos a juntar.
Comienza el descenso por la pista ciclista y corredores descendemos por la misma pista. Ellos bajan a velocidad de vértigo nosotros corremos pero recibiendo los ánimos de ellos.
Apenas 8 km me quedan empiezo a ver que me adelantan Riazores. Todos animan hasta que pasa Luis Romardeiro y se da cuenta que soy yo.
Animo que ya queda menos crack. Pero mi rodilla empieza a flaquear y lo quería bajar de tiempo ya imposible una subida interminable y los cambios de ritmo por dejar pasar a los ciclistas rompe mi ritmo.
Apenas 4 km me adentro en Ponferrada bordeando el río. Voy trotando y contenta con una sonrisa de oreja a oreja mi primer gran reto después de una gran lesión y se está a punto de culminarse llegando a meta sobrada de tiempo.
Apenas quedan 300 metros y ya se oye al speaker de la organización. Mi aventura cumplida 48 km corriendo.
Meta una gran satisfacción que no se puede explicar solo mis compis del Riazor cuando nos vemos en meta me entienden. Una gran satisfacción verlos allí.
Cambie las ruedas por las zapatillas pero ellos allí estaban para animarme. Un placer tenerlo como compañeros.»