Este pasado sábado un grupo de randonneurs de nuestro Club asistieron a la primera edición de esta precioso, aunque duro brevet, que discurrió por tramos del Camino de Santiago en el norte de Portugal.
A continuación os dejamos la crónica de la prueba escrita por JOLUFASA, en la que describe las vivencias de esta nueva aventura, y una amplia galería de imágenes que ilustran, como siempre, el buen ambiente reinante en la grupeta:
RANDONNEURS: Emilio, José Antonio Ferreiro, Alfonso, Jolufasa y Felipe.
«Viernes después de comer, cargamos las bicis en los coches y no ponemos rumbo a Portugal, esta vez a Esposende para participar en la 1ª edición de la brevet de 200km CaMinho 200.
En un par de horas llegamos a nuestro destino y nos registramos en el albergue que está situado a 100m de la salida.
Vamos a cenar en el restaurante de la zona y regresamos al albergue para ir a dormir, pues tememos que madrugar bastante, ya que la salida es a las 7:00h y la revisión de las bicis la pasas a de 6:00 a 6:30h.
Sábado de madrugada. Nos levantamos, preparamos todo y nos dirigimos a la salida para las revisiones de las bicis y recogida de las credenciales. A las 6:45, briefing de lo que va a ser la ruta y salida puntual a la hora señalada.
Nada más que comenzamos a salir también comienza la lluvia y como no contábamos con ella vamos todos sin chubasquero. Rodamos a un buen ritmo prácticamente todos los randonneurs juntos esperando a llegar al primer control donde podremos desayunar y ponernos el chubasquero.
Llegamos al control nº 1 en el km 35,8 ha dejado de llover, pero el bar donde tenemos que sellar está cerrado así que después de poner sello por parte del organizador Manuel Miranda, proseguimos ruta con la intención de parar en el primer bar que veamos. Paramos en la siguiente población y dejamos la grupeta para tomar un buen desayuno. Alfonso está mal de la espalda y no quiere parar, así que nos dice que continúa despacio y que ya lo alcanzaremos.
Nos tomamos un buen desayuno a base de café con leche y pasteles, siendo estos la tónica del día, pues será el alimento pricipal de la mayoría de nosotros.
Proseguimos ruta y nos vamos relevando entre José Antonio, Felipe, Fernando y un sevidor. Aunque no vamos excesivamente rápidos, Emilio va un poquito por detrás y vamos ajustando el ritmo para ir todos juntos.
Control nº 2 en el km 82,9. Como siempre nuestros organizadores saben a donde llevarnos y como no puede se otra vez comeremos unos pasteles deliciosos. Alfonso que ha llegado un rato antes que nosotros nos comenta que va por la 3ª ronda.
A partir de este control mejora la calidad del tráfico, pues hay mucho menos y hasta ahora era un auténtico peligro rodar entre los vehículos que no nos respetan absolutamente nada y nos han dado varios sustos.
Los paisajes, según van pasando los kilómetros mejoran cada vez más y son realmente bellos.
Vamos los 6 juntos en grupo todo el rato, disfrutando de la ruta y los paisajes.
Llegamos a Ponte Lima, pueblo bonito donde los haya. A llegar al puente paramos para hacer una foto de grupo y Jose Antonio me avisa que tengo la rueda de adelante pinchada, así que después de la foto procedo a cambiar la cámara y como al salir del pueblo comienza el puerto más duro del día, Emilio decide ir tirando para subir con calma y Felipe le acompaña.
Mientra cambio la cámara disfrutamos del paisaje, el puente, la música que suena en el mismo, el sol de una mañana espectacular que se ha quedado y de la compañía de los demás compañeros que vam pasando y parando a mi lado para decirme que es el mejor sitio de toda la ruta para pinchar.
Ya reparado todo, proseguimos ruta los cuatro que quedamos juntos y al llegar al puerto cada uno se pone a su ritmo.
Subo por los 10 km de puerto con desniveles entre el 4 y el 11% disfrutando de un gran paisaje y una gran mañana. Poco ante de coronar alcanzo a Alfonso, que se queda un poco rezagado. comienzo la bajada disfrutando de cada curva hasta llegar al próximo control.
Control nº 3 en el km 123,5. Sello en la Pizzería Romántica donde Emilio y compañía ya tienen la mesa reservada, comiendo los 6 españoles del grupo con José Ferreira, uno de los organizadores de la brevet.
Desde este momento rodaremos los siete juntos hasta la llegada.
Control nº 4 y último hasta la llegada km 141. Sellamos, tomamos algo rápido y proseguimos ruta. Ruta que nos lleva a las orillas del río Miño y tomando un carril bici, por unos parajes realmente hermosos nos acercamos a la población Nova de Cerveira donde José nos desvía de la ruta para poder degustar unos maravillosos pasteles. Al cabo de un rato proseguimos la ruta, ya nos falta poco pero el viento de cara va desgastando las fuerzas. Pasamos por Caminha a buen ritmo. Ritmo algo elevado para algunos, por lo que vamos ajustando las velocidades para ir todos juntos.
Valença do Minho y parada en el pueblo de residencia de José para enseñarnos una de las mejores pastelerías del sitio y como no tenemos que catar alguno de esos manjares.
Arrancamos de nuevo, va cayendo la noche y solo nos quedan 20 km para llegar. Al cabo de un rato nos damos alcance a otros dos compañeros y como los últimos kilómetros son por una carretera nacional sin arcén y con bastante tráfico, se comienza a tirar muy fuerte con la intención de llegar cuanto antes.
Llegada al final de la ruta con un gran sabor de boca por lo bien que lo hemos pasado y con el estómago lleno de ricos manjares.
Ducha en el albergue, recogida de material y regreso a casa pensando en la siguiente…»