Durante la primera semana de septiembre Pontedeume festeja su Feria das Peras, y entre garrapiñadas y palcos de orquesta también se celebra uno de los eventos ciclistas más riquiños de la comarca: la Cronoescalada a Breamo.
La Peña Ciclista Leboreira lleva ya trece ediciones haciendo posible -y con nota- una actividad realmente especial que combina un pueblo volcado con una fiesta de la bicicleta. Se enfrentan a la breve -3500 metros- pero durísima subida hasta la ermita de San Miguel de Breamo desde casi niños hasta mayores muy mayores, dedicados deportistas y ciclistas ocasionales, bicicletas de carretera y también de montaña. Todos con su meta y su motivación, pasando por las terroríficas rampas que enlazan la alameda eumesa con la iglesia en la cima del monte, jaleados por los vecinos que dedican ánimo desde las ventanas y las aceras.
Técnicamente, la Cronoescalada a Breamo es una pequeña barbaridad. Una subida muy explosiva que combina en poca distancia adoquines, herraduras, pendientes medias del 7,96% y máximas cercanas al 20%. Leboreira nos plantea un verdadero reto tanto para hacer un buen tiempo -y hay marcas admirables- como para completarla sin poner pie a tierra.
El Club Ciclista Riazor sigue acuediendo puntualmente a la cita, y en la decimotercera edición estuvo representado por Fran Ferreiro, Edu Gómez y Manuel Prieto.
Fotos de Lidia y David, Leboreira.